Una torta muy conocida en los diferentes continentes del mundo. La facilidad de localización de sus ingredientes ha creado un gran interés en reposteros de diversos países. Se trata de una receta de origen alemán. Su nombre hace referencia a un término de su idioma (Schwarzwälder Kirschtorte) que significa Torta de Cerezas del Bosque Negro. Es una una bebida alicorada que, adicionalmente, es añadida a la mezcla; otros más osados agregan ron y otras presentaciones de alcohol; otros prefieren prescindir de él o reducir las cantidades. Sin embargo, en Alemania solo se da el nombre original a los pasteles que cuenten con el Schwarzwälder Kirschtorte en su justa medida.

La receta nació al sur de la Selva Negra, una zona montañosa pero no un bosque tenebroso como podríamos creer. En este sitio la fruta es muy amarga y da un toque muy especial al postre, dando un distintivo a la zona. Varios confiteros se disputaron la autoría de la misma. Aunque los manuscritos daban fe de que Erwin Hildenberg fue el primero en prepararla. De hecho, la primera registrada data del año 1927. Para esta fecha el chocolate ya era conocido y usado en Europa.

Como es de esperarse, la cereza, además del chocolate, es un elemento vital en la preparación de esta delicia. Procura elegirlas con mucha delicadeza. Las capas de torta de chocolate van alternándose con crema batida y cerezas, hasta llegar a la parte superior que suele decorarse de la misma forma. Una combinación de sabores que atraerán la atención de los más escépticos.

Gracias a los emigrantes alemanes se dio a conocer esta exquisitez en las diferentes latitudes. Hoy quisimos compartir contigo un procedimiento prometedor. Consiente a tu familia con el resultado y compartan una tarde de postre. ¡La amarán con locura!