El tiramisú es uno de los postres fríos que nunca pasará desapercibido en el mundo de la repostería. Entre todas las variantes que podemos distinguir de esta creación italiana os recomendamos nuestra receta con chocolate, un verdadero deleite para el paladar, capaz de contentar el estómago de los más golosos y que presenta una gran facilidad en su elaboración aun no teniendo experiencia en el ámbito de la repostería, además sin necesidad de utilizar horno.
Se prepara 200 ml del café que deseamos utilizar (intensidad fuerte preferiblemente); una vez preparado se deja enfriar en un recipiente y se añade el licor (en mayor o menor cantidad a gusto del consumidor).
En otro recipiente se montan las claras a punto de nieve con azúcar.
Se bate las yemas con el azúcar hasta obtener una crema suave, adicionando el queso mascarpone de poco en poco a medida que se va batiendo. Se añaden las claras montadas ya preparadas con anterioridad y se mezcla todo bien hasta conseguir la crema de mascarpone, donde reside la clave de éste postre.
Se coloca en un molde una capa con el bizcocho de soletilla cubriendo toda la superficie y se bañar con el café. Se cubre completamente la capa de bizcochos de soletilla con la crema mascarpone.
Se añade chocolate negro rallado sobre la capa.
Se monta una segunda capa sobre la anterior, siguiendo el mismo método. En función de la superficie de nuestro molde realizaremos un número mayor menor de capas (2-4 capas).
Por último se espolvorea cacao en la superficie del postre.
Bastará con dejar reposar y enfriar el postre durante 3 horas (mínimo) en nevera.
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