El salmón fresco es una excelente opción para las familias amantes del pescado. Nos referimos a uno de los más demandados y consumidos alrededor del mundo. Anteriormente, se consideraba muy costoso y solo era accesible a los de la alta sociedad. Hoy en día, se ha vuelto más popular y es parte del menú semanal de muchos hogares. Sin embargo, a veces se torna tedioso prepararlo en la misma versión. Por esto, es conveniente salirse de la rutina y experimentar un poco. Esta receta es perfecta para quienes no son muy hábiles en la cocina pero quieren sorprender a sus invitados. Su sencillez hará relucir hasta al más inexperto.
En definitiva, se trata de la combinación perfecta, el rico sabor del salmón con el toque dulce de la salsa teriyaki; suele aplicarse como acompañante de carnes y pescados, pero también es ideal para arroz, pastas y verduras. De hecho, cada vez se expande más su uso en la gastronomía de diferentes países.
El origen de la palabra teriyaki nace del término “teri”, haciendo referencia al brillo que da la salsa al platillo final y yaki, quiere decir asado.
El origen de la misma es japonés. Se calcula que se inventó alrededor del siglo XVII. Aunque no existe una historial comprobada para sustentar esta afirmación. Algunos se inclinan por la versión de que la salsa teriyaki nació gracias a los primeros inmigrantes japoneses en Hawai. Se cree fue hecha a base de jugo de piña y la salsa de soja. Actualmente, puede encontrarse empaquetada en diferentes versiones. Te recomendamos que te animes a prepararla con tus propias manos. ¡Quedará mucho mejor!