Las roscas y el hojaldre son muy comunes en distintas cocinas alrededor del mundo, pero qué hay de los romeritos. Muy pocas personas saben que este ingredientes es en realidad una hierba muy común en México, pero no confundirse con el romero tradicional. Los romeritos son parte muy importante de la cocina mexicana, tanto así, que nunca deben faltar en los platos tradicionales de Navidad, fin de año y Cuaresma.

El uso de esta hierba se remonta a la época prehispánica, ya que los aztecas entendían su poder medicinal y todos los grandes beneficios que aporta, de hecho en la actualidad los campesinos siguen usándola no solo en los alimentos sino que también como medicina natural, siguiendo los pasos de sus predecesores los aztecas.

Durante la época prehispana, su consumo decayó un poco ya que para los españoles no era común consumir hierbas que nacían al lado de las carreteras. Pero nadie se imaginaba que su popularidad aumentara al usarlas para los platos tradicionales de festividades importantes. Su aceptación general viene de la necesidad de platos de vigilia durante festividades religiosas, donde el consumo de carne rojas no se permite. Al ser un plato cuyos ingredientes son vegetales y las pocas carnes que se usan son blancas.

Otra tradición asociada a los romeritos es el uso de las cazuelas de barro, que le da a los mismos una cocción distinta. Con los platos de Navidad se acostumbra a recalentar las sobras usando las cazuelas de barro y los romeritos. Lo que nos lleva a esta receta que emplea el uso de la masa hojaldre y cuyo es precisamente lo que sobró de las cenas de navidad y esta hierba tan querida por los mexicanos.