Una receta para los amantes del pollo, de lo dulce, cítrico y salado a la vez. Si te consideras de paladar exigente, no te conformas con lo tradicional, ¡esta combinación es para ti! Podrás disfrutar del pollo en una versión diferente. La parchita y el pimentón le darán un toque agridulce y muy particular. ¡Anímate a prepararlo!
La parchita, también conocida como maracuyá es originaria de Centroamérica, muy consumida y producida en países como Colombia, Venezuela y Brasil. Sin embargo, también se ha extendido hasta Europa. Posee muchas vitaminas, antioxidantes, activa la restauración celular y evita el envejecimiento de la piel. Además, su sabor es muy peculiar y suele usarse en postres. Por su parte, el pimentón también nació en Centroamérica y luego fue llevado a Europa, Asia y África. Es muy usado en la cocina española, debido a su sabor y al color que aporta a las comidas.
El pimentón ayuda a la circulación, ayuda a nivelar el colesterol, contiene hierro, mejora la digestión, posee vitamina A y B.
La pechuga de pollo es de las preferidas de chefs y comensales. Por años se ha usado en la preparación de infinidad de recetas. El único inconveniente es que suele ser seca y debe condimentarse muy bien. Por tal motivo, se han ideado muchas salsas para acompañarlo. Al agregar la reducción de parchita se generará un sabor distintivo y fuera de serie. Un platillo ideal para una cena de aniversario, una celebración familiar o un almuerzo especial. Te sacará de apuros y todos querrán repetir. Toma nota de la preparación y ¡manos a la obra!