También conocido como minestrón o menestrón. Se trata de un platillo muy similar a la sopa que se elabora con verduras, arroz o pasta corta y, en algunos casos, trozos de pollo, cerdo, carne. Además, se añaden granos de diferentes tipos; pueden usarse caraotas rojas, arvejas o frijoles. Aunque todo dependerá del gusto de cada familia y de la receta que estén siguiendo.
Se acompaña con tomate, cebolla, zanahorias, pimentón, cilantro, albahaca, ajo, entre otros. Algunos vegetarianos suelen consumirlo de esa manera, sin añadir nada más. Sin embargo, los vegetales usados en
su preparación suelen variar según la época del año y los que se cultiven para ese momento. Muchos suelen confundirla con la tradicional sopa de verduras española pero no tiene relación con ella.
Su origen se atribuye a la cocina italiana pero, como muchos otros platillos, ha sido adoptado por otras culturas. Ecuador, Perú y Venezuela han sido los países que más lo consumen. De hecho, algunos
de sus habitantes la consideran parte de su gastronomía y no imagina cuál es su verdadero origen.
Los primeros indicios de su preparación se remontan a la República Romana, luego conocido como Imperio Romano. Se considera que el uso de las verduras era un tema más de necesidad y no de preferencia. Por tal
motivo, esta combinación se encuentra calificada como “cocina povera” o mala cocina, haciendo referencia a lo más rural y primitivo; lo que vendría siendo el polo opuesto de la comida preparada para la aristocracia y la nobleza.
Se considera un plato bastante pesado por la combinación de sus ingredientes, por lo que se recomienda consumirlo en horas del mediodía. Asimismo, si es posible ingerir un digestivo se evitará la sensación de llenura.
Luego de estar servido, puedes decorar con un poco de queso parmesano. ¡Dará el toque final!