La lasaña es uno de los platillos que han atravesado generaciones y nunca pasan de moda. El término lasaña proviene del griego lasagnum que significa plato. Hacia referencia a comidas servidas en platos especiales. Seguidamente, fue adoptado por los romanos, quienes probaron colocando capas de pasta con relleno entre ellas. Esta receta se expandió por toda Europa hasta el día de hoy en la que sigue considerándose de origen italiana. Sin embargo, como muchos otros platillos, tienen sus inicios en la era de los griegos y romanos. Aún así, la disputa entre países continúa. De hecho, los británicos también se han atribuido el invento. En la actualidad, se consume en diferentes países, con pequeñas variaciones según la cultura de cada uno. En su mayoría se intercala, con salsa boloñesa y bechamel. Puede servirse como entrada o como plato principal, se recomienda comer bien caliente para disfrutar mejor del sabor y textura.
La boloñesa es una salsa roja y espesa, usada para acompañar pastas. Es bastante popular en Bolonia, ciudad de Italia. Asimismo, se cree que su historia inicia en esta localidad de Europa. Sus ingredientes son la carne molida o picada, vegetales bien picados y tomates, podría decirse que es el más importante; dará el color, el jugo y el toque de sabor.
En definitiva, sea cual sea su origen, sea cual sea el país desde donde nos visitas y sea cual sea la ocasión para la que quieres implementar. Esta receta es muy completa, fácil de preparar y te sacará de apuros. Por tanto, no dudes en prepararla. ¡Manos a la obra!