Se trata de uno de los aperitivos o entradas más conocidos en Corea.  Lo ingredientes son básicos pero su combinación es una delicia; los mariscos junto al cebollín, la harina y el huevo darán resultados maravillosos. Un plato que ¡te encantará!

Se trata de una especie de crepe de mariscos con una salsa, perfecta para degustar los sabores propios de Asia. La textura final será suave y crujiente. ¡Todo un festín!

Además, es un plato muy nutritivo y saludable. Los mariscos poseen la cantidad de aminoácidos que el cuerpo necesita para su buen desenvolvimiento diario. También contienen calcio, yodo, fósforo, hierro y potasio. Son fáciles de digerir y son una excelente alternativa para quienes desean bajar de peso y comer más sano.

Este platillo es muy famoso en los días de lluvia e invierno. Además, resalta por la mezcla de mariscos frescos con el sabor del cebollín.

Se cree que su origen se dio en lo tiempos de la Dinastía del rey Joseón, entre 1392 y 1910; en donde los cocineros se esforzaban probando con nuevas recetas para agradar al rey y sus familiares. De estos días nacieron diferentes comidas que buscaban la aprobación del gobernador y elogios para el creador.

Debes tener cuidado al preparar esta receta y tratarla con mano de seda. Recuerda que los mariscos son muy delicados y podrías terminar enfermando a tus comensales. ¡No te asustes! Solo procura que estén frescos y bien refrigerados.

La preparación es muy sencilla, puede sacarte de apuros y dejarte muy bien parado frente a sus invitados. Haz la prueba y deléitate con el resultado.