Hoy queremos contarles de un postre dulce a base de pan, perteneciente a la gastronomía venezolana. Perfecto para cualquier hora del día, puede acompañarse con jugos de frutas, chocolate o café. ¡El verdadero amo de las panaderías!

Se trata de una masa en pliegues que se va girando hasta formar un círculo dentro de otro (semejante a un enrollado o caracol). Se compara con los famosos rollos de canela, aunque cada uno tiene su origen y receta.

Dentro de cada uno de sus pliegues se coloca papelón, queso y un toque de anís para su aroma. Es un infalible en los paseos a ciertas zonas aledañas a la capital de Venezuela, Caracas. Generalmente, se consume en las ciudades más frías como El Junquito y La Colonia Tovar. Sin embargo, hay variaciones. También podemos encontrarlo en estados playeros como: Vargas.

Suele acompañarse con queso de mano. Un tipo de queso que se elabora en el país y se diferencia de los demás, por su gran suavidad.

El nombre se atribuye a una hacienda de café que surtía a la gran Caracas, “El Hoyo de las Tapias”, pues el café suele tener una semilla en forma de caracol que era conocida por los campesinos como “golfiao”. Algún trabajador de la hacienda pudo establecer una comparación entre ambos y de allí habría nacido el nombre.

Al igual que otras recetas, ha evolucionado y se han añadido nuevos ingredientes, tal es el caso de las nueces, pasas, chocolate o jamón. Es recomendable consumirlo bien caliente, así podrás disfrutar del sabor del pan recién horneado y de su aroma tan peculiar. 

Te aseguramos que esta combinación se quedará en tu memoria y querrás prepararla una y otra vez. Luego nos cuentas cómo te fue. ¡Buena preparación!