Sin duda es el plato más refrescante, y de gran consumo en verano.

Se pueden hacer con múltiples variaciones y con un sinfín de productos distintos.

La fruta también es una buena compañera de las ensaladas, el champiñón y -¡como no!- si a una ensalada la
añadimos unas angulas, esa ensalada, sin duda, ha ganado mucho.

Si citásemos todos los productos que se pueden usar para hacer una ensalada, seguro que aparecerían casi todos, desde aves, carnes, pescados, mariscos, verduras, etcétera.

Muchas veces es la solución a problemas de una comida, ya que siempre hay en casa algo que se pueda aderezar con la clásica vinagreta.

Hay un dicho que dice: «para aliñar una ensalada, hacen falta cuatro personas: un prudente para la sal, un avaro para el vinagre, un manirroto para el aceite y un loco para revolverla.

Una ensalada en la comida, estimula y abre el apetito