Las empanadas además de ser un plato gustoso y versátil, son una buena opción para un almuerzo o cena ligera. Los españoles las introdujeron a América donde fueron surgiendo otras formas de prepararla. A pesar de que se preparan en todo el continente, en Argentina se convirtieron en un símbolo totalmente regional.

Las primeras referencias que se tienen sobre la empanada se encuentran en la antigua Persia siglos antes de Cristo, acá surge un pastel que más tarde por cuestiones político-territoriales llega de Babilonia a la India de la mano de Ciro y Darío I, quienes expanden y llevan al apogeo el Imperio Persa. Más tarde, Oriente es conquistado por Alejandro Magno y Persia soporta una serie de luchas entre culturas. Es entonces, como este pastel va tomando, de acuerdo al país, diferentes rellenos (según la estación, gustos, y disponibilidad), formas y nombres: Esfhija, Fatay, Samosas o Sambusas, Pirogue, Piroshki o Piroshke, son algunos de ellos. En la Edad Media, cuando los moros invaden España introducen estos pasteles que luego adoptarán distintas variantes según las regiones.

La palabra empanada es de origen español y proviene de pan. Es probable que las primeras empanadas fuesen simplemente panes, vaciados y rellenos de algún guiso. La siguiente etapa en su evolución muy probablemente haya sido el elaborar panes corrientes pero ya con su relleno dentro, cociéndolos así en el horno y adquiriendo así en esta etapa la empanada el arrope de una masa propia.

Existen rastros fiables de la empanada en la Galicia del siglo XI. En el Pórtico de la Gloria en Santiago de Compostela (que por entonces era centro de peregrinación de miles de personas que llegaban de toda Europa y Asia), se pueden observar esculturas de la época representando comensales deleitándose con empanadas.

Luego del descubrimiento de América, los colonos y conquistadores españoles llevaron la empanada a estas tierras donde, según las regiones, fue adoptando distintas variantes dependiendo de los productos y condimentos de cada lugar, siendo más o menos jugosa, más o menos picante, horneada en horno común o de barro, o frita, etc. En Argentina, la empanada es el equivalente a lo que en España se llama empanadilla, allí la más grande y redonda se la conoce como tarta, que en España hace referencia a la preparación dulce que en Argentina se conoce como torta.

En la provincia de Salta, las empanadas llevan papa, huevo, verdeo, comino y pimentón, la carne se corta a cuchillo y se cocina previamente en agua. En Jujuy, llevan arvejas (aunque éstas últimas, dicho por algunos salteños, también intervienen en algunos de sus rellenos). En Tucumán, se elaboran con uvas pasas y la carne se corta a cuchillo y se cocina en agua bien caliente o caldo. En la Patagonia las empanadas tuvieron un ingreso posterior. Las hay de cordero, y en las zonas costeras los rellenos se hacen con mariscos.

La cebolla de verdeo es otro fundamental ingrediente, junto con la papa y el huevo, sin olvidarse de las especias: comino, pimentón, pimienta y ají molido. La cebolla común es también un elemento importante de todo relleno de empanadas, su función es dar humedad. A veces el relleno lleva igual o superior cantidad de cebolla que el total de carne utilizada.