La gastronomía mediterránea tiene su base en la cocina griega, se consideraba en tiempos romanos que los mejores cocineros eran los griegos, así que eran muy bien pagados. Tanta era su fama, que con sus recetas moldearon las tradiciones del sur de Italia, además de anexar varias de sus recetas a la gastronomía Italiana.
En la edad media, los cocineros griegos eran muy solicitados para trabajar en los monasterios, de hecho como dato interesante es aquí donde nace el sombrero alto de chef, ya que para diferenciarse de los monjes los cocineros griegos usaban los mismos sombreros que ellos pero blancos para darse a conocer.
Una de las costumbres de la gastronomía griega, es que no existe la tradición del primer plato, este se sustituye para servir los “mezedes”, entradas que se hacen a base de los ingredientes más importantes de la cocina mediterránea, como lo son: aceitunas, escabechados, aceite de oliva, carne picada, anchoas, salami, entre otros.
Es de aquí de donde nacen estas croquetas, una derivación de la receta original conocida como keftedes, no son más que una especie de albóndigas de carne. Las vegetarianas son llamadas kolokithokeftedes, y su ingrediente principal es el calabacín, además del queso feta. Su preparación es de lo más sencilla y no lleva mucho tiempo para que estén listas.
Son perfectas para los más pequeños de la casa, con ellas puedes inculcarle el sabor de los vegetales sin que pongan mala cara. Ya que no parecen ser vegetales como tal, además de estar fritas lo que les da ese toque especial. El queso feta oculta el sabor principal de los vegetales, por lo que son sumamente deliciosas para los niños.