El congrí es un platillo tan original como su nombre y muy querido en las islas del Caribe.
Se trata de una combinación de arroz con frijoles o caraotas (rojas), condimentadas con especias. Aunque es considerado típico en la isla de Cuba, se cree que su nacimiento pudo darse en Haití. Esta receta ha sido resguardada por Puerto Rico, Las Bahamas y República Dominicana, entre otras, añadiendo diferentes ingredientes hasta dar el toque particular de cada uno.
En algunas localidades agregan nuevos elementos como carne, chicharrón, mariscos o pescado. Sin embargo, el atractivo principal del congrí es la mezcla de sabores al ir de los granos al arroz. Un completo deleite para quienes han tenido la oportunidad de probarlo.
Según el folklorista Cubano Ramón Martínez, “hace mucho tiempo, un negro de nación quiso preparar una comida muy de carrera y sin condimentos; echó a hervir el arroz y los frijoles juntos y casi se cocinaron al mismo tiempo porque los frijoles eran frescos. Más tarde se puso más cuidado cocinándose los frijoles hasta que estuvieron blanditos, luego se aliñaron y se les echó el arroz; y cuando éste hubo reventado se sacó un poco de agua y se le dejó secar a fuego lento, quedó hecho lo que hoy es nuestro plato favorito”.
A pesar de que en muchos países se relaciona la receta con los cubanos, su afinidad con la cultura africana parece ser clave al escudriñar en sus orígenes. El grado de cocción dependerá del gusto de cada quien. De igual forma, será su decisión si remojan los granos o no. En algunos países como Venezuela, suele confundirse con el “palo a pique” pero la preparación es diferente. El procedimiento también puede variar. Aun así hemos querido darles una versión de la receta bastante conocida y genérica para que puedan darse un verdadero gusto. ¡Disfrútenla!